Los productos de limpieza ecológicos son aquellos que están fabricados con sustancias inocuas al medioambiente o, al menos, lo más inocuas posibles. Los ingredientes que constituyen un producto de limpieza, para considerarse ecológicos deben ser biodegradables.
La limpieza ecológica consiste en tomar conciencia que los productos que utilizamos diariamente para hacer la limpieza del hogar, tienen químicos (como: amoniaco, fenol, alcohol etílico, etc. para nombrar algunos) y su incorrecta manipulación pueden perjudicar la salud y afectar al medio ambiente.
Para realizar una limpieza ecológica, no son tan importantes los productos ecológicos que utilice, sino reducir al mínimo la utilización de los mismos.
Para empezar con una limpieza verde tendríamos que cambiar nuestros hábitos al realizar las tareas de limpieza:
- Utilizar productos biodegradables, es decir, que se desintegren en poco tiempo y que a la vez no causen daño en el ambiente ni en las personas que se encuentran en el lugar.
- Utilizar elementos de limpieza que duren un tiempo prolongado, como por ejemplo, paños de algodón que se puedan lavar y volver a utilizar. De esta manera se evita el uso de servilletas de papel o trapos descartables.
- Esto no significa que debamos aumentar los gastos mensuales y recorrer la ciudad buscando estos limpiadores, cruzando la calle, en nuestro almacén diario, podemos encontrar vinagre, amoniaco, limones y trapos o paños de algodón a muy buen precio, y ya tendremos los limpiadores ecológicos en nuestro hogar.
- Para limpiar la pileta del baño o de la cocina, nada mejor que un poco de bicarbonato de sodio y una esponja.
- Para destapar cañerías, drenajes o desodorizarlos, colocar un poco de bicarbonato con un chorro de jugo de limón. Dejar que los componentes actúen durante algunos minutos y luego enjuagar con agua bien caliente.
- Para los pisos, disolver y mezclar un chorro de vinagre y uno de jabón líquido, en un balde con agua caliente.
- Para los vidrios y espejos, una mezcla de agua con vinagre será suficiente para dejarlos bien transparentes.
- Para manchas o depósitos de minerales, colocar sobre las mismas un paño embebido en vinagre, y dejar actuar unas horas. Luego, enjuagar y listo.
- Para limpiar cobre, se pude usar limón con un poco de sal; y para la plata, limón con bicarbonato.
Cómo hacer detergente ecológico?
Ingredientes:
- 3,5 litros de agua
- 150 g de briznas de jabón de Marsella
- un puñado grande de cristales de bicarbonato de sodio
- 1 cl de aceite esencial de árbol de té
- Introduce las briznas y los cristales en el agua hirviendo.
- Vuelca el preparado en un recipiente antes de que espese demasiado. Cuando enfríe, añade el aceite esencial de árbol de té.
- En cuanto a las dosis, añade un vaso mediano de producto en el tambor de la lavadora junto con una cucharada o dos de bicarbonato de sodio.
- Importante: es normal que la mezcla endurezca al enfriarse.
Limpiar con Vinagre y Limón
Su carácter ácido combate la grasa y desinfecta al matar a muchos tipos de bacterias. El zumo de limón puede ayudar a neutralizar el olor del vinagre. Son un comodín para múltiples usos, tanto por separado como junto con otros productos naturales:
Un pulverizador reutilizado con agua, vinagre y limón puede usarse como producto general de limpieza tanto para la grasa como para el moho. Se puede combinar con el uso de un cepillo duro.
Las ventanas y los espejos se pueden limpiar con un papel de periódico seco y otro humedecido con agua, vinagre, limón o un par de cucharadas de alcohol.
El polvo de los muebles se puede quitar con un sencillo trapo con agua (se pueden aprovechar camisetas de algodón viejas). Si se le quiere dar una mayor limpieza y brillo, al agua se puede añadir vinagre, limón y aceite. La cera natural también es útil para abrillantar suelos y muebles de madera, y el aceite de linaza para los suelos de ladrillo.
Los platos se pueden limpiar con una mezcla de jabón natural, vinagre y agua.
Los utensilios de metal tampoco se le resisten. El cobre y el latón se pueden abrillantar con una mezcla de sal, vinagre y harina para reducir la abrasividad, y aplicarlo con un trapo limpio. En el caso del acero inoxidable, se puede frotar con un paño húmedo con vinagre y bicarbonato de sodio.